31/12/12

"Recuento del año" de Javier Heraud

Una vez terminado el año, procedo a recoger mis cosas nuevas, 
procedo a reclamar papeles viejos, hago al compás de charlas amistosas 
el recuento del año, el recuento de mis 365 días pasados: 
todo se fue rápidamente, no hubo tiempo para la cosecha, 
ni para sembrar el trigo en los maizales. Los días volaron 
raudamente, estuve sentado, leyendo, o alguna vez 
escribiendo hasta la noche. No tuve miedo de la muerte, 
no pude sembrar el amor como quería, recogí algunas 
frutas caídas y supuse que al final moriría alguna tarde 
entre pájaros y árboles. No estoy muerto. sin embargo, 
entre tarde y tarde cuando vibran los soplos del silencio, 
abro mi corazón al conjuro del viento y la palabra, 
y construyo casas, tierras, mares, nuevos albores, 
nuevas tristezas, y callo al final (como siempre 
recordando y recordando).

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